5 Mitos que no te permiten tener casa propia
Estos son los mitos más frecuentes que las personas se plantean cuando buscan un lugar para vivir. Aquí vamos a mostrarte por qué no tienes que preocuparte tanto al momento de invertir en una vivienda propia.
Recuerda que actualmente contamos con créditos para vivienda de interés social y público VIS y VIP, con un financiamiento del 95% hasta 25 años plazo y con una tasa de interés subsidiada del 4,99%, que puedes acceder a través de varios bancos privados y una cooperativa. Además de los créditos hipotecarios del BIESS para la compra de viviendas de hasta $103,000 con similares características a VIS y VIP.
- Necesito ahorrar mucho dinero para dar una entrada
Gracias a los créditos VIP, VIS o al BIESS, ahora es posible acceder a viviendas con el 5% de entrada. Antes, sin excepción, todas las viviendas que se financiaban con un crédito hipotecario debían dar entre un 20 a 30% de entrada.
Es decir que, si tú deseas adquirir hoy una vivienda de 70.000 dólares, con el crédito VIP puedes dar 3.500 dólares de entrada y financiar el resto con el banco hasta 25 años plazo y con una tasa de interés muy baja.
- No tengo acceso a un crédito hipotecario
Antes, las cuotas de créditos hipotecarios eran muy altas porque te daban a una tasa de interés entre el 8 y 10% y máximo a 20 años plazo. Con las actuales condiciones puedes acceder a un crédito hipotecario con el dinero que ganas.
Con los créditos hipotecarios baratos VIP o el BIESS, puedes acceder a tasas de interés desde el 4,99%. Es decir que la cuota mensual de tu crédito hipotecario será más baja que con la tasa de interés tradicional.
- Arrendar cuesta menos que comprar una casa
Los pagos mensuales de una hipoteca VIS, VIP o BIESS son, en general, similares o más bajos que el alquiler de una casa que varía cada año y aumenta según la inflación. Además, en lugar de pagarle al arrendador, estás generando patrimonio sobre tu nueva vivienda y provees de estabilidad a tu familia al contar con un bien que puede ser comercializado o que no te obligará a buscar casa y mudarte cada vez que tu contrato de arriendo fenezca.
- Comprar es carísimo, mejor construyo yo mismo
Construir es más barato que comprar a un constructor, pero cuando es una ampliación en la casa de tus padres o el terreno de tu suegro, se te limita el acceso a un crédito hipotecario que financie este tipo de construcción. Simplemente no lo hagas. Construir un bien en un terreno que no es propio es una mala inversión y es complicado legalizarlo a tu nombre.
- Voy a terminar pagando el doble por una casa propia
Usualmente, las personas multiplican el valor de la cuota mensual del crédito hipotecario por el tiempo de endeudamiento y el resultado los asusta.
Hagamos el ejercicio inverso: calcula cuánto pagarás de arriendo por 25 años y el valor es muy similar al que pagarías por un crédito hipotecario, con la diferencia de que al final no tendrás una casa propia, tu patrimonio se habrá quedado en manos del dueño del arriendo. Como lo mencionamos antes, el costo de tu crédito hipotecario se va a mantener en el tiempo, mientras que el valor del arriendo se incrementa año a año conforme la inflación.
Adquiere tu primera vivienda. Empieza a buscar ya tu casa propia con crédito barato y deja de pagar arriendo!